Oxford fue un asentamiento en tiempos sajones, e inicialmente era conocido como “Oxenaforda” que significa “Vado de los Bueyes”. En aquella época los vados eran más comunes que los puentes.

El asentamiento comenzó con la fundación de un cruce de bueyes hacia el año 900 d.C. En el siglo X Oxford se convirtió en una importante ciudad fronteriza entre los reinos de Mercia y Wessex, y en varias ocasiones fue atacada por los daneses.

Oxford sufrió graves daños durante la invasión Normanda del año 1066. Después de la conquista, a la ciudad se le asignó un gobernador, Robert D´Oyly, quien ordenó la construcción del Castillo de Oxford para de esa manera confirmar la autoridad Normanda sobre la zona.

El castillo nunca ha sido utilizado para fines militares y sus restos han sobrevivido hasta nuestros días. D´Oyly creó una comunidad monástica en el castillo con una capilla y viviendas para los monjes. Esta comunidad nunca creció demasiado, pero ganó un importante lugar en la historia ya que es considerado uno de los lugares más antiguos donde se implantaba educación formal en Oxford. Fue en ese lugar donde en 1139 Geoffrey de Monmouth escribió su “Historia de los Reyes de Gran Bretaña”, una recopilación de leyendas del rey Arturo.

El prestigio de Oxford fue reforzado por la carta otorgada por el rey Henry II, concediendo a sus ciudadanos los mismos privilegios y exenciones que los habitantes de la capital del reino.

En esa época se fundaron importantes casas religiosas en la ciudad o cerca de ella. Un nieto del rey John estableció la Abadía Rewley para la Orden Cisterciense, además en Oxford se encontraban frailes de varias órdenes (dominicanos, franciscanos, carmelitas, agustinos y trinitarios).

Durante el siglo XIII se llevaban a cabo diversos parlamentos en la ciudad. Lo que se conoce como “Provisions of Oxford (una especie de consititución)” fue inducido por un grupo de barones liderados por Simon de Montfort. Estos documentos son a menudo considerados como la primera constitución escrita de Inglaterra.

La universidad de Oxford se menciona por primera vez en registros del siglo XII. Ha medida que la Universidad tomó forma, la fricción entre como y donde vivirían los estudiantes llevó a que se decretara que todos los estudiantes tendrían que residir en salas autorizadas. Surgieron cientos de casas para alojar a los estudiantes en toda la ciudad, y la única de aquella época que permanece hoy en día es St. Edmund Hall. Lo que puso fin a estas casas de estudiantes fueron las propias universidades que surgieron.

Las primeras Universidades fueron University College (1249), Balliol (1263) y Merton (1264). Esto colegios se fundaron en un momento en que los europeos empezaban a traducir los escritos de los filósofos griegos. Estos escritos cambiaron la ideología europea –inspirando descubrimientos científicos y avances en las artes- y la sociedad comenzó a verse a si mismo de una manera nueva.

Estas universidades de Oxford fueron apoyadas por la iglesia con la esperanza de haber una reconciliación entre la filosofía griega y la teología cristiana. A menudo la relación entre varias comunidades dentro de esta ciudad universitaria no fue fácil, de hecho en el año 1355 ocurrió la famosa “Revuelta del día de  St. Scholastica” donde murieron 93 personas entre estudiantes y gente del pueblo.

La Catedral Christ Church (Iglesia de Cristo) de Oxford tiene como característica única el combinar una capilla universitaria y una catedral desde sus inicios. Originalmente el edificio de la iglesia prioral de St. Frideswide fue ampliada y se incorporó con la estructura del colegio universitario de Cardenal poco antes de su re-establecimiento como Christ Church (Iglesia de Cristo) en 1546, y desde entonces ha funcionado como catedral de la diócesis de Oxford.

Los famosos Mártires de Oxford fueron juzgados por herejía en 1555, y posteriormente serían quemados en la hoguera por sus creencias y enseñanzas religiosas. Los tres mártires fueron los obispos Hugh latimer y Nicholas Ridley, así como el arzobispo Thomas Cranmer. El monumento conmemorativo de estos mártires puede verse cerca de la catedral, en St. Giles.

Durante la Guerra Civil Inglesa, Oxford fue la sede de la corte de Carlos I en el año 1642, después de que el rey fuera expulsado de Londres, y hubo un gran apoyo por parte de la población por la causa parlamentaria. La ciudad sometió a las fuerzas parlamentarias bajo el General Fairfax en lo que se conoció como “El acoso de Oxford” en 1646. Mas tarde la ciudad acogería a la corte de Carlos II durante la Gran Plaga de Londres en los años 1665 y 1666. Aunque reacio a hacerlo, este rey se vio obligado a abandonar el lugar cuando la plaga se acercó demasiado. La ciudad de Oxford sufrió dos importantes incendios en 1644 y 1671.

En 1790, el Canal de Oxford conectó la ciudad con Coventry. En el año 1796 se construyó un enlace con el río Támesis en la Esclusa Isis. En 1844 se unió Oxford y Londres por medio del ferrocarril.

En el siglo XIX, la controversia que rodeó al Movimiento de Oxford en la iglesia Anglicana hizo que la ciudad fuera un foco de pensamiento teológico.

El Ayuntamiento de Oxford fue construido por Henry T. Hare. La primera piedra fue colocada el 6 de julio de 1893 y fue inaugurado por el que sería futuro rey Edward VII el 12 de mayo de 1897.

A principios del siglo XX, Oxford experimentó un rápido crecimiento industrial y un crecimiento de población, con empresas relacionadas con la impresión y publicación. Además durante la década de los años 20 del siglo anterior, la economía y la sociedad de Oxford sufrió una gran transformación cuando William Morris fundó la compañía Morris Motor para producir en masa coches en Cowley, en la zona sureste de la ciudad. A principios de la década de 1970 más de 20.000 personas trabajaban en Cowley en la enorme empresa Morris Motors y en las plantas de acero Pressed Steel Fisher. Se puede decir que en esta época Oxford era una ciudad dividida en dos mitades: la ciudad universitaria hacia el oeste del puente Magdalen Bridge y la ciudad de automóviles hacia el este. Cowley sufrió la mayor pérdida de empleo en las décadas de 1980 y 1990 durante la caida en la producción del modelo de coches British Leyland, pero posteriormente se empezó a producir con éxito el nuevo Mini para BMW. Una gran parte de las instalaciones originales de fabricación de automóviles en Cowley fueron demolidas en la década de 1990, y ahora se ha creado el parque conocido como Oxford Business Park.

La afluencia de mano de obra para las fábricas de automóviles, la reciente inmigración desde el sureste asiático, y la gran población estudiantil ha proporcionado a Oxford un carácter notablemente cosmopolita, especialmente en las zonas de Headlinton y Cowley Road con muchos bares, cafés, restaurantes, clubs, tiendas étnicas y restaurantes de comida rápida.




Frontal de la Abadía de Westminster, Ravanus Flavus

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