Historia Hampton Court

Periodo Tudor

Thomas Wolsey, Arzobispo de York, Ministro Jefe y favorito del rey Henry VIII, adquirió el lugar del Palacio de Hampton Court en 1514. Anteriormente había sido propiedad de la Orden de St. John de Jerusalem.

Durante los siguientes siete años, Wolsey gastó abundantemente para construir el mejor palacio de Inglaterra en Hampton Court, con una cifra que alcanzó las 200.000 coronas de oro.

Wolsey reconstruyó el edificio que ya existía para formar el núcleo del palacio actual. Hoy en día, pocos de los trabajos de construcción de Wolsey permanecen sin haber sido cambiados. El primer patio, el “Base Court”, fue de su creación, al igual que el segundo patio.

El Base Court contiene 44 habitaciones para invitados, mientras que el segundo, conocido hoy como “Clock Court” contiene las habitaciones mejores, reservadas para el rey y su familia. Henry VIII se alojó en estas habitaciones siendo invitado de Wolsey inmediatamente después de su terminación en 1525. En ese tiempo, Hampton Court era más excepcional que el propio palacio del rey, algo que hizo pensar al rey.

En la construcción de su palacio, Wolsey tenía la intención de crear un palacio renacentista destacando una planificación simétrica con estupendos apartamentos, y añadiendo a todo el edificio detalles clásicos. Jonathan Foyle ha sugerido que es probable que Wolsey hubiera estado inspirado por el “De Cardinalatu” de Paolo Cortesse, un manual que incluye consejos en la arquitectura palaciega, y se publicó en 1510.

El historiador arquitectónico Sir John Summerson afirma que el palacio muestra “La esencia del verdadero hombre de iglesia inglés que construyó y amuebló Hampton Court para enseñar a las embajadas extranjeras que el primer ministro del rey Henry VIII sabía vivir de una manera tan elegante como cualquier cardenal de Roma”. La arquitectura es un excelente ejemplo de cuando la arquitectura inglesa era una transición armónica del Tudor, fuertemente influenciado por el gótico perpendicular, con el estilo renacentista clásico italiano. Esta combinación de estilos fue realizado por un pequeño grupo de artesanos italianos que trabajaron en la corte inglesa en la segunda y tercera década del siglo XVI. Ellos se especializaron en añadir el ornamento renacentista de manera diferente a los simples edificios Tudor. Uno de estos artesanos, Giovanni da Maiano, fue el responsable de los ocho relieves de bustos de emperadores romanos los cuales se colocaron en los edificios de estilo Tudor.

Wolsey disfrutó de este palacio durante pocos años. En 1528, sabiendo que sus enemigos y el rey estaban tramando su caída, Wolsey regaló el palacio al rey, muriendo al año siguiente.

En los siguientes seis meses siendo propietario, el rey comenzó sus propias reconstrucciones y la expansión del palacio. En la corte de Henry VIII había más de mil personas, si bien el rey poseía más de 60 casas y palacios, pocos de estos eran los suficientemente grandes para acoger a toda la corte reunida, y por ello uno de los primeros trabajos de construcción del rey (con la intención de transformar Hampton Court como su principal residencia) era la construcción de enormes cocinas. Estas cocinas se cuadriplicaron en tamaño en 1529.

La arquitectura del nuevo palacio del rey Henry siguió los diseños precedentes de Wolsey: gótico perpendicular con inspiración Tudor con elementos y ornamento renacentista. Esta arquitectura híbrida permanecería sin apenas cambios durante casi un siglo, hasta que Iñigo Jones introdujo una fuerte influencia clásica de Italia a los Palacios londinenses de los primeros reyes Stuart.

Entre los años 1532 y 1535 Henry añadió el “Great Hall” (la última gran sala medieval construida por la monarquía inglesa) y el “Royal Tennis Court”. El Great Hall destaca por su techo. Durante la época de Tudor, ésta fue la sala más importante del palacio, y se necesitó cinco años hasta terminarla. Fue tanta la impaciencia del rey para su terminación que los canteros fueron obligados a trabajar durante las noches con la luz de las velas.

La entrada al segundo patio interior fue adornada en 1540 con un antiguo ejemplo de un reloj astronómico de Copérnico. Todavía en funcionamiento, el reloj muestra la hora del día, las fases de la luna, los meses, los cuartos del año, la fecha, los signos del sol y las estrellas, y la marea alta en el puente del London Bridge.

Esta información era de gran importancia para aquellos que visitaban este palacio junto al Támesis desde Londres, ya que la utilización de barcazas era el método de transporte preferido en la época, y durante la marea baja se producían rápidos peligrosos a la altura del London Bridge. Esta entrada es también conocida como la entrada de Anne Boleyn, la segunda mujer del rey Henry. Todavía se estaban realizando trabajos en los apartamentos de Anne Boleyn sobre esta entrada cuando el Rey la ejecutó.

Durante el periodo Tudor, el palacio fue el escenario de muchos eventos históricos. En 1537, lo que más deseaba el rey era un heredero varón, el futuro Edward VI, quien nació en el palacio y cuya madre del niño, Jane Seymour, murió allí dos semanas más tarde. Cuatro años después, mientras se atendía misa en la capilla del palacio, el Rey fue informado del adulterio de su quinta mujer, a la cual sacó del lugar gritando. Se dice que el fantasma de la Reina, Catherine Howard, a menudo aparece en ese sitio.

La capilla de doble altura fue empezada por Wolsey y completada por Henry VIII. Su techo de madera y yeso, una bóveda gótica con colgantes renacentistas, es considerado el “más importante y magnífico en Gran Bretaña”. Enfrente del altar, en el primer piso, está el banco real donde la familia real podía atender a los oficios apartados de la congregación general sentada debajo.

El rey Henry murió en enero de 1547 y fue sucedido primero por su hijo Edward VI, y luego por las hijas de este. Fue en Hampton Court donde la reina Mary I (la hija mayor de Henry) se retiró con el Rey Felipe II de España para pasar su luna de miel, después de su boda en Winchester. El matrimonio, políticamente conveniente más que un acto de amor, no tuvo hijos y Mary fue sucedida por su medio-hermana Elizabeth I. Fue Elizabeth quien construyó la cocina del este, la cual es actualmente la sala de té para el público.

Periodo Stuart

A la muerte de Elizabeth I en 1603, el periodo Tudor llegaría a su fin. La reina fue sucedida por su primo, el Rey Escocés James VI, quien sería conocido en Inglaterra como James I de la Casa de los Stuart.

En 1604, el palacio fue el lugar donde se realizó la reunión del rey James con representantes de los Puritanos ingleses, conocido como la Conferencia Hampton Court; aunque no se alcanzó un acuerdo con los Puritanos, la reunión condujo a la realización de la versión del Rey James de la Biblia.

El rey James fue sucedido en 1625 por su hijo, Charles I, para quien Hampton Court era su palacio y su prisión. También fue el lugar donde pasó su luna de miel con su nueva esposa de 15 años, Henrietta Maria, en 1625. Después de la ejecución del Rey Charles en 1647, el palacio pasó a ser propiedad de la Commonwealth presidido por Oliver Cromwell.

A diferencia de algunas otras propiedades reales, el palacio permaneció relativamente intacto, y mientras que el gobierno subastó la mayoría de su contenido, el edificio fue ignorado.

Después de la Restauración de la monarquía, el Rey Charles II y su sucesor James II, visitaron Hampton Court, pero en gran parte preferían residir en otro lugar. En ese tiempo, en los estándares de las cortes francesas Hampton Court aparecía como anticuado. Fue en 1689, poco después de que la corte de Louis XIV se trasladara permanentemente a Versalles, que el anticuado palacio fuera dirigido otra vez. Inglaterra tenía dos nuevos monarcas, William de Orange y su esposa, la hija de James II, la reina Mary II. Ellos se embarcaron en un proyecto masivo de reconstrucción en Hampton Court. Su intención era demoler el palacio Tudor por secciones, mientras lo reemplazaban con un palacio amplio y moderno en un estilo Barroco conservando sólo el Gran Salón de Henry VIII. Se solicitó al arquitecto más eminente del país, Sir Christopher Wren, para que hiciera los planos, mientras que el maestro de los trabajos sería William Talman. El plano era un vasto palacio construido alrededor de dos patios. El diseño de Wren para la cúpula del palacio se asemejaba a los trabajos de Jules Hardouin Mansart y Louis le Vau, los dos arquitectos contratados por Luis XIV en Versalles. Se había sugerido, sin embargo, que los planos fueron abandonados ya que la semejanza con Versalles era demasiado sutil y no lo suficiente clara; en ese tiempo, fue imposible para cualquier soberano visualizar un palacio que no emulara a la forma repetitiva barroca de Versalles. De cualquier forma, las semejanzas están ahí: mientras que las fachadas no son tan largas como las de Versalles, tienen una cierta semejanza repetitiva. De cualquier forma, Hampton Court, a diferencia de Versalles, consigue una dimensión extra por el contraste entre el ladrillo rosa y los marcos y bandas claras, además de las ventanas circulares y decoradas del entresuelo del segundo piso. Este tema es repetido en el interior del patio de la Fuente (Fountain Court), donde ha sido descrito como una exposición llena de grandes ojos con cejas.

Durante este trabajo, la mitad del palacio Tudor fue sustituido y las habitaciones de Henry VIII se perdieron. La nueva ala alrededor del Patio de la Fuente dio cabida a nuevos apartamentos de estado y habitaciones privadas, un conjunto para el Rey y otro para la Reina. Las suites reales eran de un valor completamente igual para reflejar el estatus único de William y Mary como soberanos conjuntos. Los aposentos del Rey se encontraban en la cara sur sobre un jardín privado, y los de la Reina estaban en la cara este sobre el jardín de la Fuente. Las suites están unidas por una galería de una longitud como la fachada este, siendo otra referencia a Versalles, donde los apartamentos del Rey y de la Reina estaban unidos por una galería (Galerie des Glaces). De cualquier forma, en Hampton Court las galerías de unión son más modestas en proporción y decoración. Las escaleras del Rey estaban decoradas con frescos de Antonio Verrio y con delicados trabajos en hierro de Jean Tijou.

Después de la muerte de la reina Mary, el rey William perdió el interés por la renovación del edificio, y los trabajos cesaron. En el año 1702, el rey se cayó de su caballo en el parque de Hampton Court, terminando moribundo debido a sus heridas en el palacio de Kensington. Sería sucedido por su hermanastra la Reina Anne, quien continuó la decoración y la finalización de los apartamentos de estado. Cuando murió la Reina Anne en el año 1714 la dinastía de los Stuart llegó a su fin.

El sucesor de la reina Anne fue George I. Tanto George I como su hijo George II fueron los últimos monarcas que residieron en Hampton Court. Bajo el reinado de George I seis habitaciones fueron completadas en 1717. Bajo el reinado de George II y su Reina, Carolina, hubo trabajos adicionales con el arquitecto William Kent donde se diseñaron nuevos muebles y decoraciones incluyendo las escaleras de la reina (1733) y la Suite Cumberland (1737) para el Duque de Cumberland. Hoy en día, los apartamentos privados de la Reina están abiertos al público incluyendo su baño y su habitación.




BOOKING.COM

Encuentra donde quedarte en Londres con el mejor buscador de alojamientos. 

Booking.com